sábado, 15 de noviembre de 2014

TEORÍA DE LOS RASGOS.


En el ámbito de la psicología, la teoría del rasgo es un modelo explicativo del comportamiento humano que supone la existencia de características estables en la estructura de la personalidad de los individuos. []Desde este punto de vista, la personalidad está formada por una jerarquía de rasgos estables y consistentes que determinan, explican y, hasta cierto punto, permiten predecir el comportamiento individual, en la medida en que guían la forma en que cada individuo piensa e interpreta la realidad.
La teoría de la personalidad de Raymond B. Cattell está fundada en la técnica estadística del análisis factorial y sirve de puente de unión entre las teorías clínicas y las experimentales. 
El elemento estructural básico en su teoría, es el rasgo. El rasgo representa tendencias reactivas generales y nos indica características de conducta del sujeto que son relativamente permanentes. El rasgo implica una configuración y regularidad de conducta a lo largo del tiempo y de las situaciones. Algunos rasgos pueden ser comunes a todos los individuos, y otros pueden ser exclusivos de un individuo. Ciertos rasgos pueden estar determinados por la herencia otros por el ambiente. Algunos rasgos están relacionados con motivos, que son los rasgos dinámicos, y otros guardan relación con la capacidad y el temperamento. Podemos establecer una distinción entre: 
   Los rasgos superficiales:
Son expresivos de conductas, que superficialmente pueden aparecer unidas, pero que de hecho no cavarían conjuntamente, ni tienen una raíz, causal común. Estos rasgos pueden ser descubiertos a través de métodos subjetivos. 
  Los rasgos fuente o rasgos profundos:
son expresivos de una relación de conductas que cavarían conjuntamente, de modo que forman una dimensión de personalidad unitaria e independiente. Para descubrir estos rasgos se ha de acudir a los procedimientos estadísticos del análisis factorial. Según Cattell hay tres fuentes de datos para descubrir estos rasgos profundos: los datos procedentes de la vida, los datos del cuestionario y los datos de los test objetivos. 

 Cattell distingue entre ergios y sentimientos: 
ü  Ergios: Son factores que reflejan las fuerzas de los impulsos biológicos innatos. 
üSentimientos: Son factores que reflejan pautas de conducta determinadas por el ambiente.
Un ergio es una tendencia innata a reaccionar de una forma específica ante ciertos objetivos. La expresión externa puede haber sido afectada por el proceso de socialización, pero existe un marcado carácter innato, teniendo en cuenta que estos ergios van asociados a cualidades emocionales y objetivos biológicos que permanecen constantes en diversas culturas. 
Ejemplos de ergios son: apareamiento (sexo), seguridad-miedo, autoafirmación, gregarismo, protección parental, exploración (curiosidad), sensualidad, atracción y constructividad. 
Los sentimientos tienen su fuente en instituciones sociales como la familia o la escuela. Representan pautas de actitudes no innatas sino adquiridas. Por ejemplo: el sentimiento religioso, el sentimiento profesional, y el sentimiento del sí mismo. 
Una misma conducta puede ser expresión de diversas actitudes, las cuales, pueden relacionarse con sentimientos y ergios muy diversos. 
Es decir, una sola conducta puede dar satisfacción a impulsos muy diversos. 
Según Cattell, los rasgos están determinados por la influencia de la herencia y del ambiente. 
La conducta del individuo ante una situación dependerá de los rasgos de su personalidad pertinentes a dicha situación, y de otras variables transitorias que pueden intervenir en esta situación. Un ejemplo de estas variables transitorias es el estado; si alguien está angustiado en determinado momento, su conducta se verá influida por el estado de ansiedad experimentado en ese momento. 
Gordon Allport consideró que los rasgos constituían el medio más ùtil para describir la personalidad de un individuo. El rasgo es una predisposición a responder de una forma particular. 
Raymond Cattell sostiene que "personalidad es aquello que nos permite pronosticar lo que una persona hará en una situación determinada". Para Cattell, el rasgo constituye la unidad de análisis fundamental de la personalidad: "es una configuración unitaria de la conducta de naturaleza tal que, cuando una parte está presente en cierto grado, podemos inferir que la persona mostrará las otras partes en cierto grado".
Los rasgos, según su modo de expresión, pueden clasificarse en:
ü rasgos aptitudinales o cognoscitivos
ürasgos temperamentales o estilísticos
ürasgos dinámicos.

·   rasgos aptitudinales: son aquellos que constituyen el conjunto de recursos que posee un sujeto para enfrentar diversas situaciones y abordar dificultades y superarlas.

·        rasgos temperamentales: resaltan el estilo o la manera peculiar en que se comporta cada individuo, es decir, cómo hace el individuo lo que hace.

·   rasgos dinámicos: se refieren a la base motivacional de la conducta. Procuran explicar por qué un individuo hace lo que hace.
·         De acuerdo con su origen: rasgos constitucionales (determinados biológicamente) y 
·         rasgos ambientales (debidos a la experiencia, a la interacción con el ambiente).

   Concepciones previas.

Para obtener los rasgos fundamentales de personalidad, Cattell partió del análisis del lenguaje, ya que consideraba que el idioma  dispone de palabras que recogen cualquier cualidad (criterio léxico). Pero estaba en contra de la utilización de términos del lenguaje común para denominar a los rasgos, ya que podían llevar a confusión al estar cargados de juicios de valor y connotaciones. Propuso utilizar letras (A,B.) o índices universales (IU) seguidos de un número , términos griegos o neologismos en la descripción de estos rasgos. También argumentaba que en Psicología se obtiene datos de múltiples formas, pero dado que ninguna es completamente satisfactoria, conviene utilizar distintos procedimientos para compensar los aspectos negativos de unos con los positivos de otros.

Cattell se basó en un estudio de Allport y Odbert en el que recopilaron 18.000 términos del diccionario, relativos a aspectos relevantes de la personalidad. Como estaba interesado fundamentalmente en rasgos estables, partió solo de estos y le quedaron solo 4.500 términos que, mediante diferentes análisis se podían agrupar en 171 grupos o variables distintas.

Según lo planteado por Cattell, existen tres modalidades para analizar, indagar y evaluar la personalidad  mediante:

·          Los datos "L"
·          Los datos "Q"
·          Los datos "T".

ü  Los datos "L": se refieren a los registros de vida ("Life")
ü  los datos "Q": se refieren a los cuestionarios que brindan información sobre la persona.
ü  los datos "T": ("Test") son los referidos a las pruebas objetivas que se les administran a los sujetos.

A partir de los resultados obtenidos en la recolección de datos Q y L Cattell elaboró un listado de rasgos de primer orden, que posteriormente serian la base del cuestionario
               
    v  Afectividad
v  Inteligencia
v  Fuerza del yo   
v  Fuerza del súper yo
v  Suspicacia
v  Rebeldía emocional
v  Estabilidad emocional
v  Imaginación
v  Astusia
v  Dominancia
v  Impulsibilidad
v  Culpabilidad
v  Atrevimiento
v  Sensibilidad

Al tratarse de rasgos de primer orden, estos factores aun presentaban correlaciones entre si, por lo que se realizaron varios análisis factorial, obteniéndose finalmente cinco factores:

v  Extraversión
               v  Ansiedad
               v  Autocontrol
               v  Dependencia
               v  Dureza
  
Cattell y sus colaboradores aislaron dieciséis factores con los que conformaron un instrumento para la evaluación de la personalidad: el Cuestionario 16PF (en inglés, 16 "personal factors", es decir, dieciséis factores personales).

¿Qué es el análisis factorial?
Es el procedimiento estadístico que permite identificar los focos de covariacion existentes en un conjunto de elementos.

Después de haber realizado el análisis factorial basada en los rasgos y de los resultados obtenidos en la recogida de datos para Raymond Cattell la personalidad es: la naturaleza y magnitud de la respuesta o conducta en una persona.